Después de más de 20 años trabajando con niños, somos conscientes de la importancia de la motivación en los tratamientos y que los niños acudan contentos a las sesiones. Por este motivo utilizamos una metodología basada en el juego y la actividad, ya que poner fichas o material parecido al del colegio, inicialmente produce rechazo en los niños y disminuye su motivación hacia las tareas. Por lo tanto, siempre que nos es posible utilizamos juegos, actividades lúdicas, actividades participativas, etc., donde trabajamos los objetivos terapeúticos.  

Trabajamos partiendo del nivel del niño,  respetando su ritmo y nivel de desarrollo. A los niños con dificultades en cualquiera de las áreas de desarrollo, no se les debe exigir algo para lo que no estén preparados, ya que no se produce el aprendizaje y reforzaremos su concepción de falta de eficacia, lo que disminuirá su motivación y rendimiento en el mismo.

Informamos a los padres después de las sesiones, sobre lo que se ha trabajado y se orienta sobre aquellos aspectos que pueden reforzar en casa para facilitar la generalización de los aprendizajes.

A nivel metodológico también empleamos estrategias de compensación para posibilitar el desarrollo de áreas deficitarias. Por ejemplo, imágenes para la comprensión verbal en el caso de disfasias, adaptadores para niños con inadecuada prensión del lapicero, etc.

         Por último perfilamos el tipo, número de sesiones y la duración de las mismas en función de las necesidades del niño. Según nuestra experiencia en la atención de los problemas infantiles un mismo niño puede necesitar diversos tipos de atención – tratamiento (por ejemplo logopedia y psicoterapia), por lo que es posible que tenga que recibir dos servicios diferentes.

De manera orientativa se considera una media de 2 sesiones semanales por niño atendido, valorándose para los distintos grados de intensidad las siguientes referencias:

• Atención intensiva: una atención de 3 a 4 sesiones por semana.
• Atención regular: una atención de 1 a 2 sesiones por semana.
• Atención de seguimiento: desde 1 sesión quincenal hasta 1 sesión cada 3 meses.

Las sesiones son individuales o grupales, en función del niño y de los tratamientos que necesite. Así mismo, la duración aproximada de las mismas es de 40 minutos.

         También se realizará  orientación a padres a través de sesiones individuales y/o grupales (escuelas de padres).