Durante los últimos años, hemos vivido un ascenso notable de niños y jóvenes que expresan de manera abierta y desde edades muy tempranas, su identidad de género o su orientación sexual. De manera paralela, son cada vez más las consultas que recibimos tanto de los chicos como de las familias, sobre qué hacer y cómo actuar. Considerando que, si muchos niños no saben que itinerario elegir en la ESO, y qué carrera hacer después de la EBAU, necesitan de la orientadora escolar para decidir qué hacer. El reconocerse transgénero, homosexual o bisexual…, también debe tener un espacio para saber qué, reflexionar y finalmente tomar decisiones, que tiene que incluir, el cómo y cuándo y sobre todo, posibilitar un acompañamiento tanto al chico como a su familia en el proceso.

Nos parece importante puntualizar que nuestro servicio, no está pensado para tomar decisiones con respecto a estos temas tan delicados y personales, siendo nuestro objetivo principal ayudar a través de la escucha activa, el aporte de información sobre sexualidad, identidad de género, diversidad sexual, etc., a que tanto el chico, como su familia, y otros agentes de socialización, conozcan aspectos sobre los que a día de hoy todavía hay muchas dudas y tabús. El Centro Ágora® trabaja estos aspectos desde la psicología afirmativa, cuyo objetivo es centrarse en las experiencias y vivencias de los chicos pertenecientes al colectivo LGTBIQ+, con la finalidad de ayudarles a generar estrategias para abordar las dificultades con las que se encuentran y las necesidades que tienen, entendiendo lo que les ocurre, evitando la patologización y por tanto la pretensión de “cura”.

• Psicoeducación, sobre conceptos básicos acerca de diversidad sexual, afectivo-emocional e identidad y expresión de género, que posibilite una comprensión de estos aspectos clave ya que, debido a la gran desinformación que hay sobre las personas LGTBI+, sus creencias y vivencias, se favorece el rechazo hacia este colectivo. Los niños se sienten incomprendidos y perdidos por no identificarse con lo que socialmente se espera de ellos, por ello, tener la información y estrategias adecuadas hará que sean capaces de ser ellos quienes tomen las riendas de su sexualidad, para poder crear relaciones interpersonales positivas, respetar su cuerpo y experimentar y vivir su sexualidad de manera libre y sana.

• Acompañamiento terapéutico en la construcción o dudas de las identidades de género. Los chicos LGTBI+, como se ha mencionado anteriormente, suelen carecer de referentes al pertenecer a una minoría, por lo que muchas veces dudan de sus comportamientos y conductas que se acrecientan cuando tienen creencias religiosas él o sus allegados. Así les suele costar aceptarse, debido a las ideas y comentarios, en muchos casos negativos que transmite su entorno que siendo crucial ayudarlos a asumir, que en ocasiones hay creencias contradictorias que pueden convivir en cierta medida, aceptando que no siempre existe una armonía entre las creencias personales.
• Análisis y gestión del miedo que se tiene ante la diferencia en la orientación y expresión sexual y de género, debida en muchas ocasiones a la falta de conocimientos y comprensión de estas, así como a creencias culturales y religiosas. Para abordar este aspecto es necesario trabajar sobre las emociones, su origen, desarrollo y expresión para un mayor autoconocimiento personal con el objetivo de dotar al chico de estrategias de afrontamiento.

• Rechazo de las personas LGTBI+. A pesar del avance social en cuanto a la aceptación del colectivo LGTBI+ todavía existe una forma de intolerancia que se expresa a través de componentes que tienen relación entre sí, pero son independientes. Por una parte, está la intolerancia que se produce en el ámbito afectivo-emocional (prejuicios, convicciones, fantasmas, creencias, etc.), por otra parte, la que se da de manera conductual (actos tanto verbales como físicas), y finalmente está la homofobia institucional (instituciones educativas, religiosas, profesionales, empresariales y/o legales permiten que se ejerza presión sobre las personas del colectivo).

• Relaciones familiares, con pares, comunidad escolar o relaciones sentimentales para mejorar las experiencias. De forma casi general, socialmente se asume que todas las personas son heterosexuales, hasta que no expresen lo contrario. El descubrimiento de la homosexualidad o transexualidad de un hijo, amigo o familiar puede ser causa de crisis familiares o de circunstancia de incomunicación o incomprensión. Por eso es importante que las familias y el entorno del chico reciban información y herramientas para poder ayudarle y apoyarle emocionalmente, así como de facilitar una educación basada en la diversidad sexual y perspectiva de género. Además de la familia, es conveniente, que el centro escolar y el entorno educativo siga la misma línea, por lo que también se aportará información y apoyo a todos los entornos en los que se desarrolla.

• Atención a la disforia y dismorfia con el fin de mejorar la autopercepción y autoconcepto. En muchas ocasiones, debido a los cánones de belleza establecidos socialmente y a la cisheteronormatividad, los niños y adolescentes empiezan a percibir su cuerpo o partes de él, como pueden ser los pechos, los genitales, el abdomen, las piernas,… como algo que rechazan, pudiendo llegar a tener distorsionada la percepción de sus propios cuerpos. En el caso de la disforia de género, es decir, considerar que el sexo con el que ha nacido no es acorde a su identidad de género hace que el chico sienta un profundo malestar por ello.  En estos casos, la ayuda en el camino del autoconocimiento, autoaceptación y reconciliación con su cuerpo es muy importante.
• Intervención terapéutica en el área de la sexualidad en la adolescencia, en dificultades como la disminución y falta de deseo sexual, dificultades en la erección y excitación, eyaculación precoz, ausencia o dificultad de alcanzar el orgasmo, dolores durante la penetración o imposibilidad de la penetración, etc., con el fin de enriquecer y crecer en la vida sexual de manera saludable.

• Información acerca de la sexualidad, para gozar de una buena salud sexual. Para conseguir este objetivo el joven debe conocer los riesgos derivados de prácticas sexuales, como infecciones de Transmisión Sexual y sus métodos de prevención. Es importante tener en cuenta que la salud sexual también consiste en tener experiencias sexuales placenteras y seguras, libres de coerción, discriminación y violencia, es decir, poder experimentar libremente la sexualidad en todos sus ámbitos con herramientas adecuadas para favorecer la salud sexual.