Centro Ágora®
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           Las dislalias son alteraciones en la articulación de los fonemas, bien por ausencia o alteración de algunos sonidos concretos o por la sustitución de éstos por otros de forma improcedente.

 

         La dislalia puede afectar a cualquier consonante o vocal, así como a la formación de sus sílabas. Puede ser motivada por distintas causas, pero en cualquier caso, fuera de la dislalia de evolución que forma parte de un proceso normal del desarrollo del lenguaje, debe ser tratada, lo más precozmente posible, para conseguir su rehabilitación y que no le afecte al niño/a en su desarrollo global. En un niño podemos observar varias dislalias a la vez, lo que puede provocar que su lenguaje llegue a ser poco inteligible. Al intervenir sobre sus dificultades, estamos ofreciéndole al niño/a los elementos necesarios, para que resulten fructíferas sus interacciones verbales con sus iguales, hermanos, padres…etc. También debemos tener en cuenta, que al comenzar el aprendizaje de la lectoescritura el niño/a dislálico presentará una serie de problemas en ésta, debido a sus errores articulatorios que, pueden suponer un aprendizaje inadecuado de la lectoescritura desembocando en un desarrollo incorrecto de la misma. Pueden clasificarse en:

 

  • DISLALIA EVOLUTIVA: es aquella fase del desarrollo del lenguaje en la que el niño/a no articula o distorsiona algunos fonemas. Normalmente desaparecen con el tiempo y nunca deben ser intervenidas antes de los cuatro años, sobre todo /^r/ y sinfones.

En un programa de prevención de alteraciones del lenguaje entrarían actividades respiratorias, de soplo y movimientos de labios y de lengua que favorezcan una correcta articulación.

 

  • DISLALIA AUDIÓGENA: su causa está en una discapacidad auditiva. El niño/a que no oye bien, no articula correctamente lo que le llevara a confundir fonemas que presentan alguna semejanza al no poseer una correcta discriminación auditiva. El deficiente auditivo, presentará otras alteraciones del lenguaje, fundamentalmente de voz. La intervención irá encaminada a aumentar su discriminación auditiva, mejorar su voz o corregir los fonemas alterados e implantar los inexistentes.

 

  • DISLALIA ORGÁNICA: son aquellos trastornos de la articulación que están motivados por alteraciones orgánicas. Estas alteraciones orgánicas pueden referirse a lesiones del sistema nervioso que afecten al lenguaje, en cuyo caso se denominan DISARTRIAS. Pero, cuando la alteración afecta a los órganos del habla por anomalías anatómicas o malformaciones de los mismos se denomina DISGLOSIAS. Éstas se pueden clasificar en:

 

 

  • Disglosias Labiales:
    • Labio leporino: es una malformación congénita de diversos grados que abarca desde la simple depresión del labio superior hasta su total hendidura, la cual suele ir asociada a fisura palatina y hendidura alveolar. La malformación puede ser unilateral o bilateral y se caracteriza por la falta de unión de los dos mamelones nasales internos. La primera intervención que se precisa es la quirúrgica, situándose alrededor de los seis meses la edad ideal para practicarla. La intervención logopédica temprana irá encaminada a facilitar la actividad del labio superior.
    • Frenillo labial superior hipertrófico: su presencia dificulta la normal movilidad del labio superior, produciendo un diastema (espacio entre dos dientes contiguos) entre los incisivos centrales. La primera intervención podría ser quirúrgica debido a al deficiente motilidad del labio superior y a la presencia de un diastema entre los incisivos centrales, aunque no siempre hay necesidad de intervención ortodóncica ni quirúrgica. Después precisa intervención logopédica.
    • Parálisis facial: suele producirse con cierta frecuencia entre la población infantil por diversas causas: traumatismo obstétrico (fórceps), afecciones supuradas del oído medio,…también a casos de poliomelítis o difteria. Puede ser unilateral, que en ocasiones suelen ser casi imperceptibles porque se produce una compensación con el lado sano, o bilaterales  donde las alteraciones articulatorias suelen ser considerables necesitando una intervención logopédica lo más temprano posible.
    • Macrostomía: es el alargamiento de la hendidura bucal y suele asociarse a malformaciones del pabellón auricular. En ocasiones pueden verse afectadas las mandíbulas y los ojos. El tratamiento es quirúrgico y la intervención deberá realizarse con anterioridad a que el niño/a comience a hablar. Los posibles problemas de voz y de articulación derivados de tal anomalía orgánica requerirán de una intervención logopédica temprana.
    • Neuralgia del Trigémino: no suele producir alteración articulatoria.

 

  • Disglosias Mandibulares:
    • Resección de maxilares: una primera intervención sería la quirúrgico plástica, seguida de un tratamiento protésico. Paralelamente se procede a la rehabilitación logopédica. En estos casos y como consecuencia de la escisión de una parte del maxilar, las disglosias pueden ser permanentes, aunque con un tratamiento adecuado pueden mejorar ostensiblemente su habla.
    • Atresia o Disostosis mandibular: dada la desproporción de dimensiones entre la lengua y la cavidad bucal que en esta anomalía congénita tiene lugar, suelen provocarse dificultades respiratorias importantes agravadas por una ausencia de reflejo de succión. Por ello, la intervención logopédica debe darse lo más tempranamente posible.
    • Progenie: es un crecimiento exagerado de la mandíbula inferior con la consiguiente mal oclusión de los maxilares. Estos casos no siempre ocasionan perturbaciones en la articulación. A veces, es necesaria una corrección ortodóncica e incluso quirúrgica, pero es importante la intervención logopédica en los casos que sea necesario la reeducación de los fonemas z, c y  f.

 

  • Disglosias Dentales:
  • Herencia.
  • Desequilibrios Hormonales.
  • Alimentación.
  • Ortodoncias.
  • Prótesis.

 

  • Disglosias Linguales:
  • Anquiloglosia o frenillo corto: pudiera ser aconsejable una intervención quirúrgica para facilitar la corrección articulatoria del fonema /*r/. Esto no implica que siempre que en el niño/a se produzca esta alteración sea debida a la existencia de un frenillo sublingual; es más la experiencia nos demuestra que niños y niñas con este tipo de frenillo pueden llegar a articular correctamente el fonema /*r/ con una intervención logopédica adecuada sin necesidad de recurrir al quirófano. 
  • Glosectomía: es una pérdida de una gran porción lingual, donde el habla se ve seriamente afectada, aunque ésta depende de la extensión de ka resección, de la movilidad de la punta lingual y del funcionamiento del velo del paladar.
  • Malformaciones congénitas: de la lengua. Son debidas a una detención en el desarrollo embriológico. Macroglosia (aumento desmesurado del tamaño de la lengua), Microglosia …
  • Parálisis: uni-bilateral del hipogloso, con pocas molestias en el primero de los casos y con alteraciones más serias en el masticar y en el hablar, en el segundo.

 

  • Disglosias Palatales:
  • Fisura palatina: es una malformación congénita en la que las dos mitades laterales del paladar no se unen en la línea media. La fisura puede afectar al velo del paladar, al paladar óseo y a la apófisis alveolar del maxilar superior.
  • Fisura submucosa del paladar: se trata de una malformación congénita por la que el paladar óseo no se ha unido en la línea media pero sí la mucosa que la recubre.
  • Paladar ojival: es la elevación del paladar óseo y que se presenta, generalmente, asociado a los malos respiradores o respiradores bucales o en niños y niñas que tienen el mal hábito de chuparse el dedo. Al respirar continuamente por la boca se produce una mala posición de la lengua, que presiona el paladar  y lo eleva.
  • Otras: paladar corto, úvula bífida, velo largo, perforaciones…

 

  • DISLALIA FUNCIONAL: es la alteración producida por un mal funcionamiento de los órganos articulatorios. El niño/a con dislalia funcional no usa correctamente dichos órganos a la hora de articular un fonema a pesar de no existir ninguna causa de tipo orgánico y suele ser la más frecuente. El niño dislálico, en unos casos, sabe que articula mal y él quiere corregirse tratando de imitarnos, pero sus órganos no obedecen con las facilidad que él desea, y no encuentra el movimiento concreto que debe de ser realizado para pronunciar correctamente. La etiología de la dislalia funcional es muy variada y puede ser producida por:

 

  • Falta de control en la psicomotricidad fina. La articulación del lenguaje requiere una gran habilidad motora. La experiencia demuestra que hay una serie de sonidos en los que se da una mayor incidencia de dislalias, que por lo general corresponden a aquellos que requieren una mayor habilidad para su articulación como son /r/, /s/, /k/, /l/, /ch/, /d/ y sinfones o sílabas de consonante doble.

 

  • Errores perceptivos e imposibilidad de imitar movimientos. En muchos casos el trastorno de la articulación esta asociado a trastornos de la percepción y la organización espacio-temporal, siendo difícil llegar a un desarrollo del lenguaje sin una evolución correcta de la percepción. El lenguaje comienza a surgir en los niños por imitación de movimientos y sonidos. Es muy difícil que puedan darse los primeros si el niño no es capaz de percibirlo tal y como son, si no tiene las nociones de espacio y tiempo. En ocasiones, el niño ve un movimiento, pero no lo percibe tal y como es y no es capaz de diferenciar una articulación de otra, porque él las percibe de forma semejante sin lograr captar los matices que las distinguen por falta de desarrollo de la perceptiva.

 

  • Falta de comprensión o discriminación auditiva: Algunos niños tienen dificultades en cuanto a la discriminación acústica de los fonemas por capacidad insuficiente de diferenciación de unos a otros, el niño no podrá imitar los sonidos diferentes, porque no es capaz de discriminarlos como tales.

 

  • Factores de tipo psicológico: toda perturbación psicoafectiva de la primera infancia retarda y perturba la normal evolución del lenguaje. En estos casos falta la necesidad emocional de comunicarse, que es un elemento básico para el desarrollo del habla en el niño.

 

  • Factores de tipo ambientales: el ambiente es un factor de gran importancia en la evolución del niño, que junto con los elementos o capacidades personales, irán determinando su desarrollo y madurez. La carencia de un ambiente familiar, el ambiente en que se desenvuelve el niño, bilingüismo, superprotección…etc., pueden influir para que se presente este trastorno.

 

  • Discapacidad Intelectual: las dislalias son un problema añadido a los del lenguaje del niño o la niña con éstas características. En estos casos no se puede hablar tan sólo de dislalia funcional. Sino que son problemas más complejos, donde aparece la dislalias como un síntoma más, y como tal, puede ser igualmente tratad aunque en estos casos las posibilidades de reeducación están más limitadas y condicionadas a la capacidad intelectual del sujeto.

 

  • Factores Hereditarios: en algunos casos puede darse un factor hereditario que predisponga, al menos, a un trastorno articulatorio, aunque estos casos son menos frecuentes que los anteriormente citados.
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